Ningún niño viene con un manual que nos enseñe a ser padres, aprendemos sobre la marcha. Educamos a nuestros hijos desde lo que conocemos, desde los errores y aciertos, desde lo que sentimos. Nadie nos enseña a ser papás y es cierto también que no hay una forma «ideal» para serlo.
Lo que sí sabemos, sin embargo, es que existen algunas lecciones que definitivamente queremos que nuestros hijos aprendan más temprano que tarde.
Vivimos en un mundo con estereotipos, etiquetas y prejuicios, un mundo un poco más complejo del que nosotros conocimos de niños. Lamentablemente, es un mundo desigual, en el que aún los géneros, la orientación sexual y el color de piel determinan.
Una madre previsora
Frente a esta realidad, muchos padres buscamos alternativas para que nuestros hijos se eduquen desde el amor y la diversidad, aunque no siempre es tan sencillo como parece. Toni Hammer, una madre y bloguera preocupada por el futuro de sus hijos, hizo una carta para su pequeña que se volvió viral. Se trataba de una lista de prohibiciones que su hija debía seguir al pie de la letra.
«A mi hija,
No te disculpes si alguien tropieza contigo en la calle.
No digas que “eres una molestia” porque no lo eres. Simplemente eres un ser humano con pensamientos y sentimientos que merece respeto.
No inventes razones para declinar una cita. No le debes explicaciones a nadie. Un simple «no, gracias» debería ser suficiente.
No piense demasiado acerca de lo que debes comer delante de la gente. Si tienes hambre come y come lo que quieras. Si quieres una pizza, no pidas una ensalada solo porque hay personas a tu alrededor. Ordena la maldita pizza.
No dejes tu pelo largo para que otro sea feliz.
No uses vestido si no quieres.
No te quedes en casa porque no tienes con quien salir. Invítate a ti misma, ten experiencias por y para ti.
No aguantes tus lágrimas. Llorar significa que lo que estás sintiendo necesita salir. No es debilidad, es ser humano.
No sonrías solo porque te lo piden.
No tengas miedo de reírte de tus propias bromas.
No digas que “sí” solo para ser cortés. Dí que “no” porque es tu vida.
No escondas tus opiniones, habla y habla alta. Todos necesitan escuchar lo que tienes para decir.
No te disculpes por lo que eres. Se valiente, audaz y hermosa. Se inexcusablemente tú».
Curiosamente, no me pareció una idea tan descabellada, de hecho creo que todos los padres deberíamos hacer una de estas.
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