El presidente Felipe Calderón echó el último colado del puente Baluarte, el atirantado de más de 402 metros.
Luego de que recibió un certificado por parte de Guinnes por ser el puente atirantado más alto del mundo, Calderón dijo que esta obra es un símbolo de lo que podemos hacer los mexicanos.
Acompañado por los gobernadores de Sinaloa, Mario López Valdez, y de Durango, Jorge Herrera Caldera, así como el secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez Jácome, Calderón aseguró que este es el sexenio de la infraestructura pues se ha invertido más que en cualquier otra administración.
El puente Baluarte se ubica en la carretera Durango-Mazatlán en el llamado Espinazo del Diablo, sobre el río Baluarte, en el límite de Durango y Sinaloa.
Su inversión se estima en 2 mil 180 millones de pesos.
