México enfrenta su mayor brote de sarampión en casi tres décadas. De acuerdo con el más reciente informe de la Secretaría de Salud, se han confirmado 5 mil 185 casos acumulados y 23 defunciones, con presencia en 27 estados y 136 municipios del país
La enfermedad, que se consideraba eliminada desde 1996, volvió a circular este año afectando principalmente a niños menores de cinco años y adultos jóvenes
En este contexto, la Asociación Mexicana de Vacunología (AMV) y el Instituto para el Desarrollo Integral de la Salud (IDISA) propusieron modificar el esquema nacional para sustituir la vacuna doble viral (SR: sarampión y rubéola) por la triple viral (SRP: sarampión, rubéola y parotiditis o paperas), con el fin de ampliar la protección y corregir los rezagos en cobertura detectados en los últimos años
Un esquema que ya no refleja la situación epidemiológica actual
El doctor Rodrigo Romero Feregrino, investigador principal del estudio y presidente de la AMV, explicó en entrevista con Excélsior que la recomendación surge de la evidencia acumulada sobre la persistencia de brotes de paperas y la baja cobertura contra sarampión.
De las tres enfermedades que cubre la triple viral —sarampión, rubéola y parotiditis—, rubéola lleva muchos años sin casos, pero las paperas siguen circulando en adolescentes y adultos jóvenes, sobre todo en escuelas. Por eso consideramos que la doble viral ya no refleja la realidad epidemiológica actual”, señaló
El especialista detalló que la vacuna doble viral se usa en campañas de recuperación o refuerzo en adultos, mientras que la triple viral forma parte del esquema pediátrico rutinario; sin embargo, ambos productos se aplican de manera intermitente y con variaciones entre instituciones, lo que ha generado confusión y posibles brechas en inmunidad.
25% de la población objetivo no recibió la vacuna MMR
El análisis publicado en la revista científica Vaccines documentó inconsistencias en la compra y aplicación de vacunas a lo largo de 19 años (2006–2024).
Entre los principales hallazgos destacan:
Solo 69 millones de las 91.6 millones de dosis requeridas de la vacuna triple viral fueron aplicadas.
Esto representa un déficit de 22.5 millones de dosis, equivalente al 25% de la población objetivo
En contraste, la vacuna doble viral registró 24.6 millones de dosis adquiridas, pero no administradas, lo que sugiere una planeación ineficiente y falta de claridad sobre a quién debe aplicarse.


