Orinar en la ducha puede parecer inofensivo, pero no lo es. Pero tiene una desventaja, especialmente para las mujeres. ¡Aquí te explicamos por qué!
Al orinar en la ducha, se ahorra bastante agua. Así que es mejor para el medio ambiente hacerlo. Sin embargo, puede tener efectos adversos en tu cuerpo, le explica una fisioterapeuta pélvica. Hacerlo de vez en cuando no es gran cosa, pero no debería convertirse en algo habitual. Esto podría entrenar a tu cerebro para asociar el sonido del agua corriendo con una vejiga llena.
Si orinas en la ducha con frecuencia, inmediatamente sentirás que necesitas orinar cada vez que escuches el agua correr. También explica que esta es la razón por la que no debes abrir el grifo para intentar hacer pipí. Esto tiene el mismo efecto en tu cerebro y vejiga. Además de eso, orinar en la ducha a diario puede provocar daños en los nervios. Existe la posibilidad de que esto resulte en una disminución de la continencia. En este caso, cualquier otro problema médico subyacente podría provocar una disminución del control de la vejiga.
Esta postura al orinar también es mala para tu cuerpo. Los músculos del suelo pélvico solo pueden relajarse de verdad cuando está sentado. Esto te permitirá vaciar completamente tu vejiga. Esto es especialmente cierto para las mujeres porque la anatomía de los hombres les permite orinar más fácilmente cuando están de pie. Pero también se recomienda que orinen sentados. Solo cuando sentarse puede resultar incómodo, como después de dar a luz, se recomienda orinar de pie.
Mencionamos antes que solo puedes vaciar verdaderamente la vejiga cuando estás sentado. Esto es extremadamente importante para reducir el riesgo de problemas de vejiga. No hacerlo puede provocar una infección de la vejiga porque no estás eliminando todas las bacterias. Estas bacterias pueden quedarse en la vejiga y causar una infección del tracto urinario.
