Héctor Luna
Chivas Rayadas del Guadalajara ya están en la mira de todos los medios de
comunicación, para no variar, otra vez por malos resultados.
Tras la derrota en su cancha frente al Atlante por marcador
de 1-0 el sábado anterior, salieron muchos rumores, dudas y hasta sugerencias
de que Jorge Vergara, dueño del equipo, quería o debía que cambiar a Fernando
Quirarte de la dirección técnica, pues supuestamente los demás “expertos” como
David Faitelson, José Ramón Fernández y Héctor Huerta, Quirarte no es el
indicado a dirigir a un equipo grande, o popular mejor complementado.
Hay que saber, en primero, que un equipo como Chivas no
tiene para mejorar esta campaña, ni la que sigue, ni el año entrante y nunca,
si no cambian las cosas dentro de la institución. Jorge Vergara es un personaje
que anda muy alzado, pues por muy propietario que sea, le tienen que poner un
alto a sus berrinches y por qué no, darle unas clases de lo que es el fútbol,
porque parece ser que no tiene la más mínima idea de lo que trata este deporte,
eso sí, para hacer dinero a costa de los demás es un verdadero genio.
Sin jugadores sobresalientes, canteranos con nivel de
primera división esporádicos, directores técnicos a montones y un dueño poco
comprometido en reforzar al club no se puede esperar un torneo de alarde,
aunque bueno, tampoco se pueden esperar años próximos de alegría para la afición del “Rebaño”, que hasta cierto punto están haciendo su
papel de exigir un equipo competitivo al no ir al OMNILIFE cuando las Chivas
son locales, y esto es un duro golpe a la parte que más quiere el señor
Vergara, su bolsillo.
Si bien el estadio de Chivas cada quince días parece un
cementerio, también se debe a la forma de juego tan espantoso y horrible que
despliegan los jugadores. Un equipo que siempre pretende el empate, tácticas
nulas y con la esperanza de que Marco Fabián meta un gol, es imposible que eso
atraiga gente al inmueble, sin mencionar los boletos con costos un poco
elevados, pues para tener un lugar aceptable se necesitan al menos 200 pesos
por persona, sólo para el boleto de entrada, ahora imaginar lo que cuesta si se
quiere ir con la familia y para que al final la mejor diversión se encuentre en
el celular o en lo que haga el equipo rival. Pero eso no es todo, Vergara es
algo mañoso, pues para ir a ver el “Clásico de clásicos” contra el América,
tienes que ir a comprar el boleto para el partido contra Toluca, que es un
boleto de doble juego y doble precio, sino es así, es imposible que tengas un lugar en el nuevo
estadio para el juego contra las Águilas. Pero eso es sólo apresurar las cosas
de mi parte, pero si le funcionó la vez anterior, por qué no repetir la jugada,
ya que es la forma en que por lo menos 2 veces al semestre se llene el
OMNILIFE.
Pero el fútbol mexicano es tan amable que un equipo con
jugadores como Érick “Cubo” Torres que podrá fallar miles de intentos y no
mostrar un dote técnico, pero con el hecho de meterle un golecito al América o
al Atlas, es para considerarse un crack y la esperanza del goleador que la
selección mexicana necesita, un jugador como Héctor Reynoso que por más
limitado, cochino y mal defensa puedas ser capitán de un equipo tan popular e incluso
ser llamado al combinado tricolor, el fútbol de México es tan gentil que un
jugador como Alberto “Venado” Medina que es rápido pero sin dribleo, sin
asistencias, sin remate y sin golpeo decente a la pelota pueda estar, gracias a
la televisión, en la mira de los equipos europeos, lo más triste del asunto es
que el fútbol mexicano es tan consentidor que un equipo como las Chivas que no
genera nada, absolutamente nada, futbolísticamente pueda ser candidato a
campeón y ser llamado grande, que sinceramente lo más grande que tiene es el
nombre: Club Deportivo Guadalajara S.A. de C.V.
Lionel Messi el
messías de la actualidad
Ustedes disculparán que se hable de Lionel Messi en un mismo
contexto en el que se habló de Chivas, todavía peor aún que Messi no tenga la
prioridad, pero al ganar el tercer Balón de Oro de forma consecutiva, no hay
más que decir que “Lio” es el referente del fútbol moderno, así como lo fue
Pelé y Maradona, esta etapa de la vida será recordada por el fin del mundo y
por el futbolista argentino de 24 años que es un jugador fuera de serie.
Agradecidos debemos estar, en lugar de reprocharle cosas y
cuestionarlo, por darnos el gusto de verlo jugar al fútbol.
