El primer tiempo bien pudo haber quedado 4-0 o 5-0 en favor del Real Madrid. Los merengues no solamente fueron superiores a los culés, sino que se dieron el lujo de exhibirlos con un baile en la cancha. Barcelona fue incapaz de tener la pelota y de hilvanar dos toques con ella. Además tuvo una defensa fallida, muy frágil.
Al 11′, Pepe sacó un pelotazo que se convirtió en asistencia para Higuaín, quien aprovechó un error de Mascherano para vencer a Valdés. Al 19′, Cristiano Ronaldo se puso el traje de crack y con un autopase de taco le pintó la cara a Piqué para anotar el segundo de los blancos.
Ya con el 2-0 de ventaja y con un hombre más, pues Adriano se fue expulsado al 28′, Real Madrid jugó tiro al blanco con Barcelona. Pero Di María y principalmente el Pipita se encargaron de fallar goles cantados. También tuvo que ver Víctor Valdés para que los merengues no marcaran más tantos. Contrario al partido de ida, el arquero culé fue el mejor jugador de su equipo reflejándolo con atajadas.
Sin embargo, el paseo madridista se vio afectado de forma inesperada. Justo antes de irse al descanso, Lionel Messi convirtió un tiro libre en un golazo para acortar las distancias. Después de estar muerto durante la primera mitad, Barcelona se fue con vida al vestuario.
Para la parte complementaria, el baile blanco se transformó en agonía. Con uno menos, los blaugranas se hicieron de la posesión del balón y con toques a diestra y siniestra durmieron al rival. Con el esférico en su poder, Barcelona comenzó a construir la búsqueda del empate e hizo trabajar a Iker Casillas; Pedro y Jordi Alba no anotaron gracias a la labor del arquero merengue.
No obstante, Real Madrid tuvo otra opción clara para aumentar la cuenta, pero nuevamente Higuaín erraba estrellando su disparo en el poste. La recta final del encuentro transcurrió con un Barcelona insistente al frente con base en jugadas a balón parado, mismas que resultaron infructíferas, además de un disparo de Montoya atajado por Casillas. Todavía Messi se atrevió a sacar un remate fuera del área y que salió por un costado de la portería.
De tener todo tranquilo, Real Madrid terminó sufriendo para conquistar la Supercopa. Sufrido o no, los merengues le ganaron la batalla a los culés.
