Apostamos lo que quieras a que en este momento estás pegado a
tu celular. De hecho lo más probable es que nos estés leyendo desde tu
smartphone, y si no, seguro lo traes guardado en tu pantalón o está reposando
felizmente junto a ti en tu escritorio.
Los celulares son nuestros compañeros de batalla, nuestro
entretenimiento, nuestra fuente inagotable de información, ¡nuestro todo!
Incluida nuestra tentadora y más grande distracción. Y no te imaginas qué tan
grande.
Investigadores de la Universidad de Nottingham Trent en Reino Unido se dieron a la tarea de
descubrir cuántas veces al día agarramos nuestro celular y cuánto tiempo
pasamos en él. Antes de decirte los resultados, pregúntate: ¿Cuánto tiempo
crees que pasas enganchado a tu cel? ¿Cuántas veces calculas que lo
levantas al día para ver qué hora es o si ya te llegó el mensaje que esperabas?
Te realizamos la pregunta porque este estudio también
encontró que la gente cree que sólo invierte la mitad del tiempo que
en realidad pasa metida en su celular.
Ahí te va: agarramos nuestros teléfonos en un día cualquiera
unas 85 veces, lo que nos toma ¡5 horas en total! Es decir, más o menos un
tercio del periodo que estamos despiertos. Lo interesante es que la
mayoría de esas interacciones con nuestro smartphone (un 55 %, para ser
exactos) tienen una duración de sólo 30 segundos. O sea que gastas más tiempo
revisando quién sabe qué cosas que viendo el episodio más nuevo de tu serie
favorita de Netflix.
Este estudio se realizó a través de una aplicación que medía
el tiempo de uso en actividades como escuchar música, contestar llamadas,
revisar la hora y ver las notificaciones en redes sociales. El momento del día
más común para estos menesteres es durante la tarde y las primeras horas de la
noche: entre las 12 de la tarde y las 12 de la madrugada.
No hay que implicar que esas horas que pasas en el celular
son tiempo total y absolutamente perdido en puras ridiculeces. A lo mejor y te
metes a ratitos a mantenerte informado de las noticias más recientes o usas una
app para aprender palabras en otro idioma en tus momentos libres.
Vamos, hasta que le inviertas tiempo al Candy Crush también
está bien. Entretenerse no es una pérdida de tiempo. Pero ojalá con este tipo
de estudios estemos más conscientes de lo fácil que se nos puede ir la vida en
nada. Como cuando te quieres bañar y te das cuenta de que el tinaco está
vacío porque la llave del lavabo estuvo goteando de a poquito toda la noche.
O como cuando te acabas tu quincena en un santiamén y ni
cuenta te diste porque te lo echaste todo en un montón de pulseritas de 10
pesos y papas en la tienda. Hay que ser prudentes.
