El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Sonora está al borde del colapso y todo por los caprichos electorales de su dirigencia, que sigue imponiendo candidatos y no sólo en diputaciones locales, también en alcaldías.
De una fuente muy confiable, nos enteramos que por rumbos del sur del Estado, para ser más precisos en el municipio de Etchojoa, la mayoría de la militancia priista se encuentra enojada y crispada con el dirigente estatal de su partido, Rosario Rodríguez Quiñónes, por imponerles una candidata a la presidencia municipal.
Se trata de la regidora priista, Camila Valencia Rivas, para mayores señas ¡madre del difunto cantante Valentín Elizalde!, quien mediante una encuesta por demás amañada resultó ser la número uno en las preferencias electorales de la militancia.
La mayoría de los cuadros priistas de Etchojoa no están conformes con el resultado de dicho ejercicio, debido a que no encuestaron a toda la militancia y sociedad de esta localidad del sur de la entidad, y sólo se centraron en las personas que simpatizan con doña Camila Valencia.
Tan obvia se vio la trampa en el ejercicio, que al momento de levantar la encuesta se brincaban cuadras enteras y sólo arribaban a las casas de los simpatizantes de la madre del cantante, algo que sin duda despertó el encono en el PRI de Etchojoa.
Los priistas del municipio ya no confían en el dirigente estatal, Rosario Rodríguez Quiñónes (algo “extraordinario”…), ni en el municipal, Dagoberto Fonseca, menos en el candidato al diputación federal por el distrito VII, Bulmaro Pacheco Moreno y un mensaje claro de ello, fue el retirar las calcas de sus carros y bajar los pendones de los candidatos de su partido.
Y en esa misma condición se encuentra quien fuera alcalde hasta hace unas semanas, José Pepe Almada, quien mantuvo respetable control de su partido y militancia, pero que ante esta situación no ha querido más que ver por sus propios intereses.
Además, manifestaron abiertamente que ‘doblaran las lanzas’ y apoyarán a candidatos de otros partidos, como muestra de su encono y desilusión.
Esto sin decir que hasta el diputado José Luis Germán salió embarrado, al ventilarse que están a punto de demandarlo porque el señorón no ha querido pagar la renta de su oficina de enlace (debe “mugres” 10 mil pesos).
Para los candidatos panistas de aquella región, dicho conflicto representa una luz de esperanza para conquistar tierras que según la historia electoral, siempre, o casi siempre ha pertenecido al Revolucionario Institucional.
Otro agarre en el Congreso
Como un previo de lo que sucederá en el Congreso cuando se toque plenamente el tema del presupuesto 2012, se puede tomar lo que sucedió ayer con el pequeño agarre entre los diputados aliancistas y perredistas al final de la asamblea.
Flor Ayala, con su característico carácter de aguerrida, no quiso finalizar la reunión sin antes poner en discusión el tan peleado asunto del presupuesto.
Sólo bastaron quince minutitos para que se armaran los dimes y diretes entre los presentes, sobre todo de los priistas que pareciera aprovechan cualquier momento para sacar a flote el tema, que ya más bien parece un acto de desesperación, y en la que la perredista Gorgonia Rosas López quiso calmar el ánimo y tener una plática civilizada.
El que también entró al ‘quite’, pero con un discurso ya muy distinto y oponiéndose al PRI-PANAL, fue el diputado Manuel Madero Valencia, en el que prácticamente mencionó que este tipo de actos denigran a los legisladores que hacen su trabajo por un beneficio al estado.
Inconscientemente, o eso queremos pensar, lo que hacen los diputados y que generan un ejemplo pésimo para las futuras promesas en este rango, pues hoy los diputados infantiles tendrán su asamblea, en la que ojalá no tomen como modelo este tipo de actos que no sirven de nada.
Hasta la próxima
