Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
Con pretexto de las inacabadas
declaraciones del actual director del Isssteson, Jesús Acuña Méndez, el padrecista
Javier Neblina reclama un trato condescendiente
de los medios en protección de los ex funcionarios priistas.
Escribió en tuiter: “Tan
solo en una rueda de prensa señalan que hubo pagos en Isssteson de 90 mdp y se
dieron servicios por 40 mdp, ahí de entrada se volaron 50 millones, pero nadie
dice nada de los ex funcionarios de esa dependencia, no se les acusa de ratas
ni corruptos, viva la prensa selectiva!” (Sic).
El desahogo de
Neblina a propósito de la reaparición del ex gobernador Guillermo Padrés, no es poca cosa y sirve para reflexionar
sobre la insólita y confusa circunstancia política y de gobierno que se está
viviendo al inicio de la era duracista.
Javier puede tener algo de razón al expresar sus
sospechosas, pero se queda corto y equivoca el enfoque.
No fue la prensa quien les colocó las etiquetas de deshonestos, ineficientes y opacos a
los funcionarios o ex funcionarios del primer gobierno panista de Sonora.
A los padrecistas que ahora piden un trato
equivalente, los define su propia labor, sus desviaciones, sus acciones u
omisiones en el área que eventualmente encabezaron durante el degenerado gobierno de Padrés.
A ellos, les recetó la narrativa de la corrupción la ex gobernadora Claudia Pavlovich. Ella hizo
campaña acusándolos de corruptos,
anunciando fiscalías y prometiendo que no disfrutarían lo robado…
Los medios no somos selectivos ni controlamos o limitamos
la obscenidad de sus conductas, solo
reproducimos declaraciones, entrevistamos e investigamos en base a la
información oficial que se conoce y ofrece públicamente.
Los reporteros y columnistas no inventamos las caballerizas refrigeradas, los ranchos,
las presas, las siembras de nogal,
las franquicias, las casas en San Carlos,
los Yates, las nuevas señoras.
Los que están siendo más que selectivos, ofensivos, son
los que aprovechan este momento para lavarse
la cara con la suciedad de sus verdugos.
Pero corrupción no
mata corrupción, por ostensible, sofisticada, reciente o pasada. Y la desvergüenza
tampoco resta culpabilidad o acredita moralidad.
Ahora, en cuanto a lo dicho ayer por el director del Isssteson sobre la empresa
de imagenología que cobró 95 millones el
año pasado y prestó servicios solo por 40 millones, hay mucho que aclarar y
sancionar.
Con Jesús Acuña
ocurrirá exactamente lo mismo, y se le exigirá exactamente lo mismo. En él
recae la carga de la prueba. Gobernar
no es lo mismo que defender posturas partidistas y comentar suposiciones en
programas de radio.
No somos los medios, es este funcionario de la transformación
el que, aunque con inexplicable cuidado, acusa la malversación de un recurso público y deja correr la sensación de
corrupción.
El momento es propicio para que no se dude de las
afirmaciones del director Acuña, pero tiene mucho qué explicar y muchas
preguntas por responder sobre la irregularidad detectada y las acciones
emprendidas para sancionar y resarcir el daño.
Igual ocurre con las graves imputaciones del déficit financiero, las medicinas
presupuestadas que no se surtieron, las escuelas
abandonadas, las cámaras del C5,
las notarías repartidas como chicle y todo lo que aún no se ha mediatizado.
De no formalizar estos amagos, permitirán que los claudilleros que también saquearon el estado y
lastimaron instituciones se escapen, queden
impunes y luego salgan a victimizarse con el cuento de la persecución y la
prensa vendida, selectiva.
Y así, hasta esperar que a estos que llegan los consuma
el desgaste de gobierno y la
historia se repita, en tanto vean en la corrupción detectada una justificación,
una hoja de ruta y una oportunidad de negocio.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo
Sotelo Mendívil
Director
General Masmedio
Twitter:
@masmedio
Correo: rodrigosotelo@masmedio.com / rodrigosotelo69@hotmail.com
