Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
De los saldos, positivos y negativos, de la pasada visita
presidencial destaca la nulidad a la
que está reducido el “súper delegado” de los programas de
Desarrollo, Jorge Taddei Bringas.
Este académico metido a burócrata federal, se ha
distinguido por su escasa aportación
al proyecto de la “Cuarta Transformación” y su característica indisposición a
asumir y ejercer las responsabilidades que le han encomendado.
“No tengo respuesta
para eso. No estaban acostumbrados ustedes a que alguien les dijera que no
tiene respuesta, ¿vedá? (sic)”, respondió gracioso Jorge Taddei a nuestra reportera cuando le cuestionó sobre el
reciente gasolinazo.
Y no. Imposible normalizar
o acostumbrarse a la mediocridad como método de gobierno ante las carencias
históricas que ahora a ellos les toca paliar y resolver.
Seríamos copartícipes voluntarios de esta aceptada apatía gubernamental, reflejada en la
falta de inteligencia del representante del Presidente López Obrador.
Al delegado Taddei
no se le puede solapar que declare, casi intolerante, que ningún municipio le
ha externado inconformidad alguna por la desaparición de fondo minero; cuando es evidente el perjuicio ciudadano y la
molestia de la autoridad local.
Increíble que un “súper
delegado” como Jorge Taddei declare en conferencia, casi indiferente y en tiempos
de definiciones, que el subsidio a la tarifa
eléctrica “es un asunto de Hacienda”…
Pero que cuando la Gobernador
Claudia Pavlovich presiona consistente por este tema y logra el apoyo
presidencial, festine en Twitter el
beneficio como si en algo hubiera participado.
“La tarifa 1F se
mantiene. Buenas noticias también para las clases medias sonorenses. Histórico
y magnifico evento el de ayer con AMLO”, posteó colgándose de la gestión valiente e institucional de la
mandataria.
¿En serio también necesita que las dueñas de estancias infantiles le hagan su
trabajo y se acerquen a informarle que están cerrando guarderías? ¿Así de simplista es esta “Cuarta Transformación” que presume el
delegado?
A Jorge Taddei todavía no le queda claro que su función es ser el enlace de las
secretarías federales con el gobierno estatal y los ayuntamientos.
Que en teoría tiene a su cargo la coordinación e implementación de planes, programas y acciones para
el desarrollo integral, funciones de atención ciudadana, la supervisión de los
servicios y los programas de las dependencias del gobierno de México.
Taddei
es un decidido ignorante funcional o no ha entendido las obligaciones
que tiene el gobierno que representa con los sonorenses.
Sus omisiones producto del sistemático desinterés que exhibe por los asuntos de interés
público, locales y particularmente federales, representan un despropósito a la investidura gubernamental que ostenta.
El enfoque de este personaje, invariablemente, atiende
una carga ideológica y partidista ya
inadmisible.
Jorge Taddei es uno de esos funcionarios que se
justifican únicamente en la afinidad y fidelidad
política, pero que con su incompetencia como servidor público –de la
Nación, dirían- vuelven inviable la narrativa de reconciliación y bienestar.
Y en momentos de crisis o exigencias, la probada
militancia del incapaz no es suficiente para garantizar compromiso y generar beneficios
sociales.
Tampoco para permanecer en un cargo.
La
insolencia de una funcionaria menor
Por cierto, imperdibles las poses que asume una muchachita
que colabora en la oficina de Jorge Taddei, facultada hasta para regañar
legisladores del mismo Morena y hacer aclaraciones oficiales ¡desde su cuenta
de Twitter!
Las impropiedades que escribe esta dama que hasta hace
poco se auto promovía como padrecista,
sirven para retratar –precisamente- el
descuido y la pequeñez del propio “súper
delegado”.
Los diputados Luis Armando Colosio y Jesús Alonso Montes
Piña, pueden dar testimonio.
Otra
Célida López
Últimamente vemos una alcaldesa de Hermosillo menos atropellada
y más ocupada en que sus señalados enemigos entiendan que puede tener voluntad
para acordar y hasta coordinarse de manera institucional.
Es más, si se hace un análisis de los últimos cinco o
seis días de la agenda pública de Célida López, puede encontrarse que dejó de
encabezar eventos propios para servir de acompañamiento de funcionarios
estatales.
Y si se considera la inclinación belicosa y protagonista de
la Presidenta esta extraña conducta debe ser, por lo menos, llamativa e
indicativa.
Célida tiene de
unos camiones de basura donados por los Mazón para acá, que se guardó la
estridencia, se olvidó de inverosímiles intentos de extorsión, se dejó de
amenazas y se entregó a los acuerdos y la reconciliación.
Parece otra Célida López, ¿será posible?, vamos a
observarla.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo
Sotelo Mendívil
Director
General Masmedio
Correo: rodrigosotelo@masmedio.com
Twitter:
@masmedio
