Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
Por fin encontramos una coincidencia entre el aliancista
Ernesto Gándara y el morenista Alfonso Durazo.
Cuando podíamos asegurar que el Borrego Gándara era el único que, por circunstancia, traía hecho bolas el engrudo con la definición de su candidato en Hermosillo,
Durazo ahora también coquetea con meterse en el mismo problema.
Lo de Gándara es conocido, su compromiso con el PAN lo
mantiene en el riesgo de levantarle la mano a un estorbo como Norberto Barraza,
con las consecuencias internas y electorales que esa concesión le traería.
Gándara tiene en Ernesto de Lucas y Antonio Astiazarán, a
sus opciones más rentables. Pero la decisión final está en manos de los
panistas, que con la opacidad de una encuesta pagada pueden hacer ganar a
cualquiera, siempre y cuando no se trate de El
Pato.
Con Alfonso Durazo, cuando se pensaba que la reelección
de Celida López era unánime e inobjetable, se les ocurrió permitir el registro
de la diputada Wendy Briceño, en franco desafío a la alcaldesa de Hermosillo.
Si lo de Wendy no es una farsa, Durazo juega con fuego al
provocar a la Presidenta Municipal de la capital.
Él, como Ernesto Gándara, tiene en estas potenciales
fricciones y reacciones a la fuente de su mayor peligro.
A Gándara lo tiene en sus manos el dirigente Ernesto de
Lucas, aunque ninguno se haya dado cuenta. No se exagera si se afirma que de
seguir siendo menospreciado y no queda conforme, puede desbaratar la Alianza.
Con Durazo ocurre exactamente lo mismo, si trascendiera
la vacilada de Wendy Briceño, la alcaldesa no se lo perdonaría y lo condenaría
a la derrota.
El
Pato
y Celida compiten y están en condición de ganar en Hermosillo; pero los dos
garantizan la derrota del candidato al gobierno del estado.
Y si Norberto Barraza sería tanto como una ofrenda para
Morena, Wendy Briceño representaría un regalo inesperado para el PRIAN.
Los candidatos a gobernador no han entendido que esta
elección es atípica, inédita. Que en la selección de candidatos en los
municipios está en juego sus propias posibilidades, además de la confianza y
esperanza de la gente.
Ninguno gana con cualquiera, ahora importan más los
candidatos, sus aptitudes, su prestigio, experiencia y empatía social.
Barraza no es el mejor producto para la Alianza y está
quedando cada vez más claro; como prevalece el hecho de que Wendy Briceño sería
uno contaminado de animadversión, incapacidad y vulgaridad.
Puede ser una ocurrencia para disimular o distraer, pero
el solo consentimiento es ofensivo y perjudicial.
Por ello, quien logre resolver con menos daños este
engrudo, tiene un pie en Palacio de Gobierno.
¿Odracir
ya no trabaja para Alfonso?
Algo pasó con Odracir Espinoza, el fiscal Anticorrupción
priista que trabaja para Morena, que el candidato Alfonso Durazo decidió
sacrificarlo y exhibirlo.
Como casi nadie sabe, desde hace tiempo Odracir decidió
ofrecer sus devaluados servicios al proyecto morenista, traicionando todo
principio de lealtad y degradando aún más su posición institucional.
Odracir se convirtió en una figura que al no llegar ni a
decorativa, fue que perdió todo valor dentro de la estructura estatal, al grado
de que se atrevió a voltear hacia su natural materia prima de trabajo.
El Fiscal Espinoza tiene/tenía de enlace a Elliot Romero,
pero algo pasó, en algo falló como acostumbra este abogado y ayer Alfonso
Durazo lo puso en calidad de elefante
blanco.
¿Qué tendrá este Odracir Espinoza que a nadie le cumple y
con todos queda mal?
Porque ya para que ni en el equipo de Durazo puedas
encajar, es que el de las limitaciones eres tú.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo
Sotelo Mendívil
Director
General Masmedio
Twitter:
@masmedio
Correo: rodrigosotelo@masmedio.com / rodrigosotelo69@hotmail.com
