Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
Muy peligroso e irresponsable el apresurado respaldo que
otorga la alcaldesa Célida López Cárdenas a los policías municipales que
ultimaron al joven suicida que los agredió cuando intentaban persuadirlo.
Luego de esta tragedia que ha generado polémica por el
actuar aparentemente excesivo y torpe de los agentes, la Presidenta Municipal
decidió atajar toda crítica y seguimiento periodístico con un impulsivo “Jamás voy a dejar de defender a mis policías”.
La crisis pudo haber transitado con inusual control de
daños, pero a la Célida López institucional le volvió a ganar la Célida López
impositiva e intolerante.
El Twitter, la
alcaldesa había establecido un mensaje sensato y prudente sobre lo ocurrido.
Posteó que había amanecido pensando en la familia de
Gerardo, lamentando lo sucedido; deseó la pronta recuperación del oficial herido
–lo que compartimos- y admitió que como autoridad tiene la obligación de seguir
trabajando en la profesionalización de la corporación.
Un par de días después, sin medir lo ofensivas que
resultaban sus palabras para una familia que aún llora la pérdida de un integrante,
Célida López decretó que sus policías
–así lo dijo, suyos de ella- en todo momento actuaron de manera responsable.
“Creo sinceramente
que los policías hicieron lo correcto… yo creo que la ciudadanía tiene que ver
en nuestra policía una policía que está dispuesta a atender el llamado de
urgencia”.
Casi una provocación que dista mucho de la seriedad con que
se conduce el comisario Luis Alberto Campa Lastra; todo un técnico en la
materia que antes de licenciar a sus muchachos para matar, prefiere esperar a
que la fiscalía concluya la investigación.
Lo que la alcaldesa no entiende, es que al margen de las
opiniones y reflexiones que enriquecen el debate público sobre un hecho
impactante y con probable trascendencia, aún no existe un dictamen oficial que libere
de culpas a los agentes involucrados.
Lo que Célida López no entiende, es que con su parcialidad
incita al abuso policíaco y normaliza la impunidad a la que apuesta un policía
promedio cuando detiene sin motivo al automovilista o desatiende una situación
de emergencia.
Y cuando vives episodios de este tipo –como muchos
hermosillenses-, concluyes en la inconveniencia de celebrar el mínimo de los
excesos policíacos convencido de que en alguna medida esta indulgencia automática
repercutirá en quienes no atacamos policías, pero que quizá –eventualmente- también
cometamos errores.
Porque lo que Célida López autoriza, tácitamente, es a
que se conduzcan de esta manera con la certeza de que –sin importar
procedimientos y averiguaciones- ella los defenderá como a los suyos.
¿Es tan complicado de entender?
Diputados
del PAN ponen el ejemplo
La fracción parlamentaria del PAN pone el acento en dos temas
fundamentales, y que no están siendo tratados o gestionados con la diligencia
que demanda las circunstancias.
El coordinador Gildardo Real Ramírez presentó un
detallado posicionamiento para explicar la importancia del fondo minero y que
se reconsidere no quitar ese recurso que beneficia a los municipios.
Lo notable es que el panista no solo se queda en la
comodidad de la simple postura legislativa, ofrece colaboración y plantea una
alternativa jurídica en defensa de estos recursos.
Veremos si el secretario de Economía, Jorge Vidal,
principal obligado en la materia, atiende la sugerencia y se muestra más
enérgico en el reclamo (¿?) que debe orientar al gobierno federal.
Por su parte, Eduardo Urbina atina al señalar que la
seguridad de Sonora no es prioridad para el gobierno de Andrés Manuel López
Obrador.
Pone de ejemplo el tema de las zonas prioritarias y la
asignación de recursos presupuestales.
Aunque es justo actualizar que este martes el secretario
David Anaya dio a conocer que Alfonso Durazo rectificó y sí se va a incluir a
Cajeme en la estrategia que contempla la Guardia Nacional.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo
Sotelo Mendívil
Director
General Masmedio
Correo: rodrigosotelo@masmedio.com
Twitter:
@masmedio
