Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
Absolutamente cierto que la eventualidad aparentemente
favorecedora y que mantiene con vigencia protagónica al PRI y los priistas, por
la esperada selección de quien abandere la candidatura a la gubernatura, se ha
sobrepuesto para efectos mediáticos a la precampaña panista.
Como estrategia preconcebida, que no fue y más bien se
encuentra en el terreno de lo fortuito, el suspenso les ha permitido predominio
en medios de comunicación y espacios de opinión, ¡sin que los interesados hayan
dado un solo motivo!
Pero aquí hay un espejismo poco productivo: se gana
sumando simpatías, tocando a la gente
–en el sentido que refiere cercanía, claro-, “en tierra”, visitando colonias y direccionando la propaganda.
El buen momento
del PRI se focaliza en el mismo segmento que no busca opciones desde la
indecisión; se interesa por analítico, porque lo que actualmente ocurre en el
PRI es un desafío a la agudeza.
En cambio, en el PAN no asignan valor o rentabilidad a la
morbosidad. Son en exceso convencionales.
Con anticipación, definieron sin reservas ni casualidades,
la ruta que habrían de seguir con Javier Gándara Magaña como candidato.
De inicio, ganaron cohesión interna, unificaron discursos
y objetivos con demás aspirantes de partido, y han podido detectar y reclutar
apoyos y simpatías que, en el diseño, habrán de reflejarse el 7 de junio.
Así lo hemos visto y no desde el pasado domingo que el
panismo formalizó precampaña. Javier Gándara acumula meses en trabajo
proselitista, de franca y determinada promoción política.
De todos estos factores que habrán de pesar en alguna
medida, adolecen en el PRI Sonora al grado de que en este momento de forzado
mutismo, el único y más grande deseo es definir candidata (o) e iniciar el
proceso de cicatrización.
Es la realidad en la que se encuentran estos partidos con
posibilidades reales, al margen del absorbente y desgastante ejercicio de
especulación que se practica.
Por otra parte, profesionalmente ineludible señalar el
comportamiento fanatizado de quienes simulando una labor periodística, se
desnudan como aplaudidores o porristas del senador Ernesto Gándara Camou.
No claudiquemos al compromiso social, ético o moral de
comunicar sin parcialidades auto descubiertas, aceptadas y publicadas por todo
medio posible.
Por decoro, no seamos parte de la estrategia mediática de
ningún personaje con aspiraciones electorales, ni movidos por expectativas
incumplidas ni en descargo de frustraciones.
Admisible o entendible el apasionamiento de quien en su
derecho a la libre expresión y acción, tal vez emplea su espacio para conducir
al elector o al auditorio a una idea prefijada, siempre sujeta al debate
respetuoso y a la mejor opinión de quien recibe el mensaje.
Hacerlo así de burdo, como quienes a diario cuentan y
soban borregos, los degrada a fans y
los aleja cada vez más de la misión moderadora de la comunicación social y el
periodismo.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo
Sotelo Mendívil
Director
General Masmedio
Correo: rodrigosotelo69@hotmail.com
Twitter:
@masmedio
