La ilusión intacta y con el reto más importante de su vida. Oswaldo Vizcarrondo, refuerzo del América, vislumbra su futuro en las Águilas como una oportunidad inmejorable que no se podía dar el lujo de dejar pasar y como la posibilidad de crecer en el plano personal.
Consciente de la historia que envuelve al cuadro de Miguel Herrera, Vizcarrondo se dejó seducir por la grandeza del cuadro azulcrema para, incluso, forzar su salida de Olimpo de Bahía Blanca y hacer todo lo que estuviera en sus manos para llegar al futbol mexicano, algo que lo tiene ilusionado.
«Es un lindo reto, no puedo negarlo, es una oportunidad única que no podía desaprovechar; por eso fue tan larga la negociación porque tratamos de presionar para salir de Olimpo. Estoy muy contento, con mucha ilusión y con muchas esperanzas de revertir lo del último año y aportar mi granito de arena como extranjero y sobre todo mi experiencia internacional.
«De las negociaciones me mantuve al límite, traté de enfocarme en mí actualidad que era Olimpo, le debía un respeto a ese equipo, pero con muchas ganas de venir acá sobre todo por el interés mostrado tanto por el técnico como por el Presidente Deportivo», expresó con una sonrisa.
Y es que el zaguero de la Selección «Vinotinto» tiene bien claro lo que América representa a nivel internacional, la jerarquía que se ha ganado en todo el continente y la importancia en el futbol mexicano.
De ahí que los pretextos y los obstáculos sean desechados de una vez por todas por el futbolista, pues las condiciones están puestas para que triunfe en México y logre sus intenciones de regresar a las Águilas a los primeros planos del balompié azteca.
«(Me decidí por América) Por lo que influye a nivel sudamericano, a nivel de todo el continente. Estoy seguro que es un institución respetada, un equipo que está al día, que no tiene retrasos y no hay excusas para no poder jugar al futbol y rendir bien.
«Me tentó también por su historia, por lo que es en México y espero no arrepentirme, sé que están ansiosos de ver mi juego y veremos cómo llegó», sentenció.
Sin embargo, el propio Vizcarrondo también pone límites a las ilusiones y a los excesos, pues aclaró que no es ningún salvador de la defensa del América y no cuenta con la solución, más allá del trabajo, que haga de la zaga azulcrema la más importante del torneo.
Además, Vizcarrondo pidió dejar atrás el pasado. Solicitó a la afición ver de ahora para adelante y a través de la labor de conjunto lograr que la playera del cuadro americanista sea un punto de referencia entre la afición.
«Es una presión que me están adquiriendo que no debería ser, soy un jugador que viene a trabajar, el futbol es de conjunto y no depende de una sola persona; daré todo día a día, el esfuerzo máximo y me exigiré tanto a mí como a mis compañeros para dar resultados.
«No soy quien para juzgar a los que estaban antes, pero estamos claros que vengo a trabajar, no les quede la menor duda, los resultados depende del grupo no sólo de mi persona. Esto es un deporte de conjunto y un equipo grande tiene exigencias y ojalá se nos den los resultados para que la afición americanista se identifique con nosotros», apuntó.
«De las negociaciones me mantuve al límite, traté de enfocarme en mí actualidad que era Olimpo, le debía un respeto a ese equipo, pero con muchas ganas de venir acá sobre todo por el interés mostrado tanto por el técnico como por el Presidente Deportivo», expresó con una sonrisa.
Y es que el zaguero de la Selección «Vinotinto» tiene bien claro lo que América representa a nivel internacional, la jerarquía que se ha ganado en todo el continente y la importancia en el futbol mexicano.
De ahí que los pretextos y los obstáculos sean desechados de una vez por todas por el futbolista, pues las condiciones están puestas para que triunfe en México y logre sus intenciones de regresar a las Águilas a los primeros planos del balompié azteca.
«(Me decidí por América) Por lo que influye a nivel sudamericano, a nivel de todo el continente. Estoy seguro que es un institución respetada, un equipo que está al día, que no tiene retrasos y no hay excusas para no poder jugar al futbol y rendir bien.
«Me tentó también por su historia, por lo que es en México y espero no arrepentirme, sé que están ansiosos de ver mi juego y veremos cómo llegó», sentenció.
Sin embargo, el propio Vizcarrondo también pone límites a las ilusiones y a los excesos, pues aclaró que no es ningún salvador de la defensa del América y no cuenta con la solución, más allá del trabajo, que haga de la zaga azulcrema la más importante del torneo.
Además, Vizcarrondo pidió dejar atrás el pasado. Solicitó a la afición ver de ahora para adelante y a través de la labor de conjunto lograr que la playera del cuadro americanista sea un punto de referencia entre la afición.
«Es una presión que me están adquiriendo que no debería ser, soy un jugador que viene a trabajar, el futbol es de conjunto y no depende de una sola persona; daré todo día a día, el esfuerzo máximo y me exigiré tanto a mí como a mis compañeros para dar resultados.
«No soy quien para juzgar a los que estaban antes, pero estamos claros que vengo a trabajar, no les quede la menor duda, los resultados depende del grupo no sólo de mi persona. Esto es un deporte de conjunto y un equipo grande tiene exigencias y ojalá se nos den los resultados para que la afición americanista se identifique con nosotros», apuntó.
