La tenista estadunidense Serena Williams le dijo adiós al resto de la temporada 2015, incluida las Finales de la Asociación Femenil de Tenis (WTA), con la intención de cuidar el aspecto físico y regresar con bríos renovados para 2016.
La número uno del ranking estaba anunciada dentro del cartel del Abierto de China, sin embargo, en conferencia de prensa presentó su sorpresiva baja, la cual se extenderá a lo que queda de este calendario.
Además del desgaste físico que implica jugar a alto nivel en la gran mayoría de los torneos a los que se presenta, la actual campeona olímpica sufrió un revés anímico en el Abierto de Estados Unidos, donde cayó en semifinales y perdió el sueño de completar el Grand Slam de temporada.
Mi camino en el tenis este año ha sido a veces emocionante y a veces decepcionante. Pero en todos los casos, victorias o derrotas, ha sido muy gratificante. La mayor parte del año jugué lesionada, ya fuera por mi codo, la rodilla o, como en los momentos posteriores a cierto partido en Flushing Meadows, por mi corazón”, confesó.
Más allá de su estado físico, Serena apenas registró tres descalabros en el año, el tan comentado tropiezo en semifinales del US Open ante la italiana Roberta Vinci; contra la suiza Belinda Bencic en Toronto y frente a la zurda checa Petra Kvitova, en el Mutua Madrid Open.
En contraparte, se coronó en el Abierto de Australia, sobre la arcilla de Roland Garros, en el césped sagrado de Wimbledon, así como en Miami y Cincinnati.
En declaraciones difundidas en la página oficial del certamen chino, la veterana norteamericana admitió que se trató de una medida muy difícil de tomar, pero que prefiere no descuidar el aspecto físico ya que desea jugar por mucho tiempo más.
Me retiro de los torneos de Beijing y Singapur (sede de las Finales WTA) para abordar adecuadamente mi salud y tomar el tiempo para sanar. Es una decisión muy difícil, pero en última instancia se debe al amor por el juego”, sentenció.
