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¿Por qué dicen que los hombres son como niños?

La madurez llega cuando la persona es capaz de ser
responsable de sí misma, pensar por sí misma, adaptarse a la sociedad y tener
sentido de comunidad. El niño no es responsable de sí mismo, no suele pensar
por sí mismo, le cuesta adaptarse a las normas de la situación y es
egocéntrico, es decir, cuando actúa no toma en consideración a los demás. 

Entre los adultos suele haber conductas confusas. Esto se
debe a que muchas veces la madurez no llega con la adultez. Es decir, tenemos a
un ser humano con un nivel mental de un niño viviendo la vida de un adulto.
Aunque esto es un llamado a la compresión por esas personas, también es una
advertencia. Muchas veces se le dan responsabilidades a una persona que tiene
el criterio de alguien de 12 años, para luego sorprenderse que esa persona no
actuó de manera adecuada. 




La mejor manera para identificar si una persona ha alcanzado
mentalmente, al menos, la mayoría de edad es, entre muchas más:

· Busca
hacer las cosas por sí mismo, tiene sus propias ideas y opiniones de las cosas
y cuando las discute no lo hace para ponerse encima del otro o suelta cualquier
argumento, este tenga sentido o no, para «ganar la conversación» (cuando
en realidad no hay nada que ganar).

· Respeta
a los demás sin sentir que deben ganarse su respeto, no siente necesidad de que
lo admiren.


 


Mientras que por el otro lado, una persona no madura
mentalmente, se caracteriza entre muchas otras cosas porque:

·       
Impone
su forma de pensar sobre los demás.

·       
Juzga
a los otros de manera cruel y exagerada y sin necesidad de hacerlo.

·       
Odia
todo lo que sea diferente a él.

·   No
disfruta trabajar, solo piensa en sí mismo y en lo que le conviene.

·      No
se puede tener una conversación tranquila con esa persona sin que haya ironías,
burlas o comentarios sobre terceras personas.

·   Difícilmente
respeta a los otros si no se lo exigen o si no se ve obligado a hacerlo.

·     No
regula bien sus emociones ni su sexualidad, tendencia a beber.

 

Al relacionarnos con las demás personas es muy importante
tener en cuenta que todos somos distintos y aunque muchas personas pueden ser
muy hábiles y maduras para ciertos aspectos, no lo son de manera integral.
Todos tenemos imperfecciones y limitaciones, pero algunos son más maduros que
otros y de alguien con mente de niño espere nada más que conducta de niño, así
tenga cuerpo de adulto. 

 

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