Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
Por la semejanza en el tono de defensa, así como en la
incriminación sin pruebas que se hace de la «tergiversada» procuración de
justicia en el estado, es evidente que Otto Claussen Iberrry protege a su
Secretario Particular.
Pero bueno, es entendible la solidaridad con el
colaborador.
Lo que hoy nos ocupa, es una serie de dudas que brincan
con el paso de los días y la intervención política, oficial y opositora, de
algunos personajes que son claves en esta telenovela
que se vive en Guaymas.
Partimos del posicionamiento mediático que por fin
ofreció a la opinión pública el alcalde Otto Claussen.
Así como lo hiciera Eduardo Gaxiola Márquez en un
periódico local, Otto arremete contra el Gobierno del Estado y la Procuraduría
General de Justicia.
Lo hace varios días después de que el propio Procurador
Carlos Navarro Sugich señalara a su cercano colaborador como uno de los
implicados en el secuestro del dirigente panista, Omar Núñez Caravantes.
Otto dice que todos
saben cómo obtiene la Procuraduría de Justicia las declaraciones y cómo
distorsiona las investigaciones y actuaciones ministeriales. De ahí que nadie
cree la versión del suicidio…
Se refiere a la muerte de María de Jesús Llamas Coronado,
de apodo “La China”.
El Alcalde hace constar que tiene información sobre el
amparo que promovió esta dama poco antes de morir, “por la incomunicación de que era víctima, además de la tortura de que
fue objeto”.
Suponemos que sustenta esta delicada acusación en alguna denuncia
del abogado José Hernández o de la familia de “La China”. Lo raro es que recurrieran a él y no a las autoridades
competentes.
Argumenta que la única intervención de Eduardo Gaxiola,
su Secretario Particular y a quien busca la PGJE, ocurrió nueve horas después
de que Omar Núñez fue privado de su libertad, al atender, dijo, una solicitud
de la regidora panista Irasema Ramírez.
La señora Irasema, para mayores señas, es esposa de
Francisco López Lucero, otro de los partícipes en este crimen y quien se
presume mantiene serias diferencias con Núñez Caravantes.
Lucero ex dirigente y Núñez actual líder del PAN en
Guaymas.
Sí, el caso está sumamente enredado y de ahí las
preguntas que hace falta se aclaren para entender lo ocurrido:
Primero, hay que decir que la defensa que hacen los
priistas pierde seriedad, desde el momento mismo en que la reducen o encapsulan
a lo mediático, sin acompañarla del sustento o recurso legal al que están
obligados y tienen derecho.
¿En qué se basó para atestiguar que “La China” fue torturada por la Procuraduría?
Y es que, esto dice el abogado: “No la vi torturada a La China. Nunca me dijo que la habían lastimado.
El último día de vida, se veía contenta…«.
El Alcalde de Guaymas no explica por qué su Particular
cuenta con facultades para mover a la Policía Municipal, ni explica la
participación de un elemento de la corporación a su cargo.
Otto deja ver que tiene información sobre el paradero de
su Secretario Particular y debe saber que, de ser así, esconde a un presunto
delincuente.
¿Mantienen comunicación? ¿Lo ha visto recientemente? ¿Sabe
donde se encuentra oculto?
Por otro lado, si el procurador Carlos Navarro dice que
Otto no “presta” al sospechoso, que
hasta donde entendemos eso se llama encubrimiento, ¿por qué no le finca alguna
responsabilidad formal, no mediática?
Aquí también se le resta credibilidad a lo que declara el
funcionario estatal, mientras sus dichos no generen una consecuencia en el
expediente que se investiga.
Hay que decir que otra duda, es la llegada tarde de la PGJE al caso del que se tenía conocimiento
desde finales de septiembre. La primera comunicación oficial al respecto llegó a
los medios el domingo 6 de octubre por la tarde.
El Procurador asegura que “La China” veía televisión en la celda, de ahí que haya tenido
acceso a un cable para quitarse la vida…
En cambio, el abogado de la desaparecida dama lo
desmiente y dice que quienes tienen televisión son los policías, no los
detenidos. Alguien miente e igual ahí hay implicaciones legales.
¿A quién le creemos? ¿Es posible que una «delincuente» sea premiada con estos
momentos de esparcimiento? ¿Qué no se supone que estos privilegios son
repudiados por las propias autoridades carcelarias?
Creemos que si estas simples preguntas se responden,
podría haber más certeza sobre el politizado caso del dirigente panista.
Roberto
Romero pide calma
Más ecuánime, y con un posicionamiento estrictamente
institucional, Roberto Romero López hizo un llamado a que se mantenga la calma
y se deje que las autoridades judiciales esclarezcan los delitos de los que fue
víctima el dirigente de PAN en Guaymas.
El Secretario de Gobierno calificó el asunto como
delicado, con un elemento político que está a la vista de todos.
Tiene razón y lo hemos dicho, por el hecho de que Omar
Núñez sea miembro del PAN y los presuntos responsables, en sus declaraciones
ministeriales, señalen como colaborador al Secretario Particular de Otto, un militante
del PRI.
Roberto Romero conminó a Eduardo Gaxiola Márquez a que
deje de litigar en los medios y se presente a responder por los señalamientos
que pesan en su contra.
Suena sensato, además, la sugerencia de permanecer al
margen, de permanecer como árbitros “y es
más, facilitando el desempeño y claridad con que se lleven a cabo las
investigaciones”.
El
protagonismo de Francisco Bueno
En nada abona al espíritu armónico que persigue el
Secretario de Gobierno, y que intenta con mayores dificultades el procurador
Carlos Navarro, el protagonismo que ha querido tener el ex director de
Alcoholes, Francisco Bueno Ayup.
Que nos dispense el
Paco Bueno, a quien tenemos en un concepto distinto, pero equivoca al motivarse
por compadrazgos a la hora de lanzar acusaciones sin un solo elemento de
prueba, y sin ser el indicado para hacerlo.
Paco
es
un hombre muy religioso… ¿A poco aprueba los deslices que luego terminan en
secuestros, denuncias, suicidios y escándalos políticos?
No es serio, ni mucho menos responsable que emprenda ésa
campaña en redes sociales (ver facebook),
en contra de Manuel Villegas (ahora panista), de Otto Claussen y del propio
Eduardo Gaxiola.
Este tipo de actitudes son la que contribuyen al
enturbiamiento del proceso que sigue la PGJE.
PRI
no es un ejemplo, busca certificarse
Sorprendente la capacidad que tienen los partidos políticos, para acomodar a
conveniencia una simple reunión con un instituto como el de Transparencia
Informativa, en busca de comunicar reconocimientos
que sólo existen en sus tramposos boletines de prensa.
En el PRI Sonora deben saber que no es lo mismo ser “reconocidos” como “ejemplo” en transparencia, que buscar certificarse en transparencia
y rendición de cuentas.
Un mismo evento, así lo cabecearon los priistas: “Reconoce
ITIES como un ejemplo la transparencia del PRI estatal”… y así desde el
ITIES: “Busca el PRI en Sonora
certificarse en transparencia y rendición de cuentas”.
El boletín del PRI Sonora, dice: “El Comité Directivo Estatal del PRI es un ejemplo para las
instituciones políticas por la estructura en el manejo de la información,
destacó el presidente del Instituto de Transparencia Informativa del Estado de
Sonora Francisco Cuevas Sáenz…”
El del ITIES, precisa: “El presidente del PRI en Sonora y los vocales del Instituto de
Transparencia Informativa se reunieron para analizar las nuevas obligaciones
que en rendición de cuentas tienen los partidos políticos en el Estado, en un
encuentro donde ambas partes manifestaron su interés de concretar próximamente
un convenio de coordinación…”
Fuera de embustes propios del frívolo lucimiento político,
nos quedamos con que es encomiable el sólo hecho de que un partido se interese
por la transparencia y rendición de cuentas.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios
Rodrigo
Sotelo Mendívil
Director
General Masmedio
Correo:
rodrigosotelo69@hotmail.com
Twitter:
@masmedio
