Por Rodrigo Sotelo / Twitter: @SoteloRodrigo
Ayer Ernesto De Lucas Hopkins se registró formalmente como precandidato de Movimiento Ciudadano Sonora al Senado de la República.
En redes, este atrevimiento del expriista generó opiniones mayormente desfavorables y que auguran una “derrota anunciada”, por la circunstancia partidista, el oponente inmediato y la inconsistencia política del caricaturizado personaje.
El Pato no ha logrado reunir en torno a sus aspiraciones los elementos mínimos para ponerse en competencia: equipo, recursos y coraje.
Él es un buen piloto, pero la pista tiene muchos obstáculos y el carro no trae gasolina y aún está en construcción.
Estas condiciones lo desaniman, le impiden pisar el acelerador y lo obligan a ceñirse a la improvisada estrategia nacional de Movimiento Ciudadano.
Previo a su registro en la Ciudad de México, De Lucas grabó un video para difundir que está listo para “hacer la hombrada, hacer la osadía y el 2 de junio aventarnos la faena”.
Dirigiéndose a Samuel García, precandidato presidencial y gobernador de Nuevo León, dijo que aquí también van a hacer que “en este estado seamos imparables como lo son en el Nuevo Nuevo León”.
En boletín, consideró que Sonora representa una valiosa oportunidad para encabezar la única alternativa de oposición al oficialismo de Morena.
“La candidatura al Senado de la República será el principal vehículo para aniquilar al presente disfrazado de improvisación en el poder, así como a quienes se quedaron anclados en el pasado y que ahora pretenden retornar”.
Como en 2018 que buscó la alcaldía de Hermosillo, este 2024 Ernesto De Lucas puede ser el mejor candidato (el colmo sería que no); pero su posición lo mantiene en desventaja.
Hoy no se impone la figura de un Andrés Manuel López Obrador, pero Samuel García es un repelente casi igual de potente, una oda a la frivolidad y a la estampa perfecta de la desigualdad.
Eso que Ernesto De Lucas representaba en 2009 cuando ganó la diputación federal, con la ventaja de que el PRI de Eduardo Bours lo controlaba todo y solo se alternaban con sus iguales del PAN.
Cuando El Pato a pesar del privilegio y el poco estimulante desafío, funcionaba con suficiente equipo, sobrados recursos y siempre echado pa’ delante como si tuviera mucho que perder.
Sin miedo, con dignidad y vergüenza electoral.
Esta elección ya no será de frases u ocurrencias; no gana quien aparente más ni el que, aunque con razones que hasta hace poco obviaba o desoía, destaque como el más creativo para contrastar y oponerse.
En seis meses es casi imposible fabricar una senaduría.
La realidad política se ha transformado irremediablemente, pero algunos no evolucionan o no se han adaptado.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo Sotelo Mendívil
Director General Masmedio
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Correo: rodrigosotelo@masmedio.com / rodrigosotelo69@hotmail.com
