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#LaColumna: El pacto de los primos Gándara

Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio

A los primos Javier y Ernesto Gándara se les puede acusar
y reprochar por muchas cosas a su paso por la función pública, pero jamás de
fallar a un jurado pacto que, desde el 2009, llevaron a los hechos
privilegiando la familia sobre la fidelidad partidista.

Siempre ha estado más que claro que a ninguno de estos
dos personajes le interesa agradecer o congraciarse con quien le permite e
impulsa para una posición política; lo suyo siempre ha sido el merecimiento.

A los Gándara los mueve el deseo de gobernar por una
necesidad clasista de poder, no tanto por la ambición que despierta el dinero
con el que siempre han convivido.

Y para alcanzar el acordado objetivo familiar, han
practicado lo más indecible del añejo sistema político priista.

Como se sabe, Javier Gándara intentó ser Presidente
Municipal, por el PRI, en el 2000; partido al que renunció para luego
intentarlo por el PAN hasta lograrlo en 2009, cuando casualmente terminaba el periodo su primo Ernesto Gándara, del PRI.

Ernesto Gándara, por su parte, se vino de la Ciudad de
México para integrarse a la campaña del entonces candidato Eduardo Bours, de
quien disfrutó privilegios que le permitieron ser secretario de Estado, alcalde
de Hermosillo y hasta senador de la República.

Pero cuando este método de imposición no le convino,
porque en 2009 no fue señalado por el dedo
del gobernador que lo había ayudado a crecer, decidió enrabiarse para romper y
reprochar todas aquellas perversidades e injusticias internas que había
aprovechado años antes.

Incluso, como su primo Javier, frecuentemente amaga con migrar
a otro partido para conseguir la meta de ser gobernador del estado.

Por eso digamos que los primos Gándara han pasado de la
más dócil e inofensiva institucionalidad de quien necesita las simpatías de los
liderazgos de un partido, a la actitud más soberbia y estomacal del que reclama
con aires de superioridad.

Ayer, en ese deseo un tanto arrogante de mantenerse
vigente, Javier Gándara se sentó en una mesa de periodistas para, casualmente, ensalzar los atributos y la
conveniencia de que su primo Ernesto por fin sea candidato.

No solo eso, se quitó la máscara y confesó lo siguiente:

A mí me parece
Ernesto muy buen perfil, tiene muy buena trayectoria; yo creo que ha hecho muy
buen trabajo, tiene muy buen ambiente; entonces yo les digo que ojalá que
Ernesto encontrara un camino para que finalmente podamos sumarnos a ayudarle…
”.

Lo dice un destacado militante del PAN, al que se le
permitió ser candidato a la gubernatura y que se supone trabaja para que este
partido regrese a Palacio de Gobierno… 

Interesante conocer lo que piensa al respecto el
dirigente Ernesto Munro y las deducciones que saca de estas expresiones el
virtual candidato panista Antonio Astiazarán, este último sí distinguido por la
rectitud y determinación con que actúa.

¿Todavía alguien duda para quién trabajó el entonces
alcalde saliente Ernesto Gándara (en 2009) y por qué ahora Javier no disimula
el compromiso familiar de regresarle ese favor?

Así que no se asombren o lamenten, en el PRI o desde el PAN,
si próximamente descubren que le conceden espacios a un Gándara que está
dispuesto a traicionar si no se le cumplen condiciones y satisfacen ambiciones.

O simplemente para apoyar el proyecto de su primo.

Gracias y hasta la próxima con el favor   de Dios.

Rodrigo
Sotelo Mendívil

Director
General Masmedio

Correo: rodrigosotelo@masmedio.com                                                                                                                        

Twitter:
@masmedio

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