Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
Señor Presidente, ahora que lo tenemos en Hermosillo
nuevamente debemos admitirle que los sonorenses le hemos fallado.
De entrada los baches,
méndigos baches. Pero es nuestra
culpa, Presidente, aquí la gente puede pagar 500 pesos de agua cada mes –mínimo-
pero con los prediales nos hacemos chombitos
y así, sabemos, no se puede.
Una chingada pena con usted por cada botido y cambio abrupto de dirección ahora que nos honra
transitando lo que queda de nuestras calles… ¿cómo no pensar que va a venir
para organizarnos y limpiar camellones, echarle tierrita a los baches o
atravesarles una llanta?
Uno como quiera, don Andrés, las visitas. ¿Qué pensarán
ustedes nuestros líderes en el gobierno de los ciudadanos?
Si no crea, no cabemos de la vergüenza con la Claudia y
el viejito que quedó en el Ayuntamiento. Aunque nos tranquiliza pensar que la góber tiene como mesa de billar el
frente y los alrededores de su casa.
Ojalá no vaya usted a pensar que no nos sirvieron o que
no valoramos los 500 millones que nos mandó antes de las elecciones para
pavimento.
Los sonorenses le hemos fallado, Presidente, porque a
sabiendas de que a usted le encantan los abrazos, aquí todos los días aparecen
muertos y hay balaceras por todos lados.
Pero no vaya a ser tan severo, no nos juzgue tan duro,
sus alcaldes de Morena no han perdido el entusiasmo y hasta entregan
reconocimientos por desempeño a los militares que gracias a Dios nos envió para
que nos cuidaran en la Policía.
Ah, y hasta tenemos una Agencia Especializada en
protección animal, para que vea que no todo está perdido y porque, pues, por
algo se empieza.
Si usted lo analiza, no andamos tan mal, porque si
castigamos con tal diligencia a todo aquel que maltrate a un chucho, ¿qué va a pensar un sicario de
Magdalena o de Obregón? ¡Se pueden hasta morir de ternura!
Porque podemos debatir sobre el derecho a vivir de un
inocente en el vientre de su madre y hasta aplaudir el aborto, pero a nuestros
perritos que no les toquen un pelo…
En lo de las clases presenciales si estamos jodidos,
Señor Presidente, lo que es. Los padres de familia ahora sí que no hicimos la
tarea ni el menor esfuerzo por estar a la altura de nuestras autoridades.
Si usted no ve clases en las escuelas de Sonora, sepa que
es absoluta responsabilidad de los padres de familia y los conserjes huevones
que no tuvieron la iniciativa de ir a la casa de la directora por la llave para
limpiar, como es su obligación, el
segundo hogar de nuestros hijos.
Que los alumnos no puedan ir a las aulas no es más que
una consecuencia de ello. Que no lo intenten engañar, es más, merecemos
soportar otros meses a nuestros hijos en casa, para que aprendamos.
Así que no vaya a regañar a la Pavlovich, no sabe desde
que hora anda parada para embadurnarse y recibirlo como usted se merece.
La capital puede estar toda despeinada, pero le promete
que a ella no se le desacomoda ni un pelo.
Y así todos los días, eh, por seis años, ¿verdad que no
es poca cosa tamaño sacrificio y esmero?
Es más, le proponemos, si nos permite, que así como la
señora saldrá destapada a EU ahora que entregue el encargo y como ocurre con
los comisarios de Guaymas y Cajeme, premiemos a los maestros y los volvamos a
mandar otro año de vacaciones.
Pero esté usted menos acongojado, Presidente, porque con
pena y todo pero no podemos dejar de presumirle que, a pesar del desmadre que
se encuentra, Sonora Sigue. Así que
la Claudia ya no necesita que le tire ninguna obrita.
Del portentoso Secretario de Salud que nos gastamos mejor
ni hablamos, Señor Presidente, es como tener a nuestro propio López Gatell,
pero con más nalgas.
Pero en fin, ya no lo quiero abrumar o distraer, vaya
usted a inaugurar el nuevo hospital y no se preocupe por las medicinas, la góber se encarga.
Ahora sí lo dejo, que voy a poner cita para el pasaporte,
en una de esas y después de los meses que tardan puedo llevar a mis hijas menores
con los gringos por la vacuna.
Jamás me atrevería a quitársela a algún adulto con
tarjeta Bienestar, de esos pobrecitos que se multiplican pero que no pierden el
gusto por las caguamas.
Sea usted bienvenido, pues, y de veras disculpe.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo Sotelo Mendívil
Director General Masmedio
Twitter:
@masmedio
Correo: rodrigosotelo@masmedio.com / rodrigosotelo69@hotmail.com
