Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
Hoy no seremos críticos de Ernesto Gándara Camou, haremos
un ejercicio honesto para encontrarle atributos y valorar el anticipado
esfuerzo que inicia en busca de conseguir y reafirmar las simpatías que
requiere como virtual candidato a la gubernatura del estado.
De entrada, siendo justos, no es poca cosa tomar la
iniciativa y refrendar la legítima aspiración en una circunstancia –en términos
partidistas- indudablemente desfavorable.
Notable, además, que aun teniendo la candidatura en la
bolsa no se confíe y deje claro que entiende que la competencia –ahora- está
fuera del PRI, y por ello la estratégica premura.
En redes, desde finales de la semana pasada empezaron a
circular varios spots en video que posicionan
la idea de que Ernesto Gándara va por
Sonora, porque Sonora lo quiere y los Borreguistas están listos.
Es decir, podríamos estar viendo a un nuevo Borrego Gándara que ya asume riesgos y
que no necesita que lo sienten para ponerse de pie e iniciar, con decisión y en
los hechos, una campaña estatal.
Ernesto Gándara se le adelanta a Alfonso Durazo, Ana
Gabriela Guevara, Antonio Astiazarán y Ricardo Bours.
Los dos últimos con algo de presencia política expresada
en entrevistas y promovidas reuniones, pero sin la publicitada intención
electoral que abiertamente presenta el
Borrego Gándara.
Este impulso emprendedor es contrastante con la
somnolencia en la que ha vivido los últimos meses – ¿años?- el partido en el
que milita, el PRI Sonora, y que lo cuenta como su única carta fuerte rumbo al
2021.
Lo que por necesidad se llegue a decir de la “gorda caballada” priista, es un conveniente
chiste contado desde lo más generoso de la inanición.
Aquí florece una ironía propia de la política y del
desgastado sistema partidista que inventó el propio PRI: resulta que ahora este
partido está casi obligado a esperar que Ernesto Gándara acepte ser su
candidato.
Posición de privilegio generada por el propio Ernesto
Gándara, a partir de la seriedad y perseverancia.
La paciencia interna y generada vigencia pública, son características
esenciales que posibilitan el éxito.
Que se suelte el Borrego
ya es positivo, porque siempre compitió acorralado.
Y que se suelte consciente de la coyuntura, lo obligará a
demostrar la capacidad de liderazgo y convencimiento que en sus intentos
frustrados se reducía a su individual figura y presencia al interior del PRI.
Al Borrego Gándara el PRI indudablemente lo quiere,
veremos si le alcanza el talento para provocar esta misma condición de
idoneidad en los sonorenses.
Creemos que envía señales que indican compromiso y
determinación.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo
Sotelo Mendívil
Director
General Masmedio
Correo: rodrigosotelo@masmedio.com
Twitter:
@masmedio
