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#LaColumna: Yo sí quiero Fiestas del Pitic

Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio

Se extiende con premeditada intención política y en base al
hartazgo y el resentimiento social, un movimiento en redes para obligar a que
se cancelen las Fiestas del Pitic 2020 que prepara el Ayuntamiento de
Hermosillo.

Yo no quiero
Fiestas del Pitic, quiero que pavimenten Hermosillo”,
circula ya hasta en
grupos de WhatsApp con la conclusión
simplista de que el recurso público que se destina a este festival cultural (10
mdp) se redireccione  a atender el
deterioro de las vialidades.   

Como respuesta formal, la alcaldesa Célida López respondió
que cancelar las Fiestas del Pitic no
serviría de nada pues no se pavimentaría ni una sola calle con el recurso que
se “ahorraría”.

«Son las
fiestas que conmemoran nuestros orígenes, que honran a nuestro sector cultural,
son espacios de expresión, como el año pasado haremos un gran esfuerzo para que
los artistas vengan cobrando muy poco y con patrocinios
«.

Nos parece que como es esperable, dada la desinformación
y la polarización existente, quienes alientan esta medida pasan de la frustración,
a la confusión y contribuyen al oportunismo.

Lo que hay que cancelar es la miopía, la cortedad, de los
ordinarios que buscan soluciones generando otras afectaciones.

Tampoco es conveniente situar toda opinión a la ligera como
esta (la de quienes piden la cancelación) como un derecho ciudadano a exigir y participar en las decisiones
gubernamentales…   

No, los gobiernos de cualquier nivel tienen facultades y
responsabilidades indiscutibles e ineludibles, y que no pueden sustituirse por
las ocurrencias de los que a todo se oponen y de todo opinan, con el arrojo de
todo ignorante.

No es más que una estupidez pretender que una crisis
distorsione a todo un gobierno, como lo sería que el Ayuntamiento ceda a estas
expresiones –muchas- anónimas.

¿Qué va a pasar mañana que se recrudezca la inseguridad y
se presente algún hecho delictivo impactante? ¿Se pedirá que se cancele la
pavimentación y que mejor el dinero se destine a la Policía Municipal?

¿Si a alguien le da por pedir que se venda el Estado
Sonora (donde juegan los Naranjeros)
y que con esos cientos de millones se construyan hospitales, ahora que andarán
más hechos bola con lo del Seguro
Popular? Primero es la salud, ¿no?

¿Y si en lugar de pavimento se sigue bacheando y los millones los destinan al mantenimiento y construcción
de unidades deportivas como la de la Reforma en la colonia Ley 57?

Este deportivo, por cierto, todo un ejemplo de lo que los
gobiernos –municipales y estatales- pueden hacer en beneficio de toda una
comunidad, al margen de las necesidades de coyuntura.

Al Gobierno Municipal hay que exigirle más pavimentación,
sí, pero también mejorar la seguridad, mantener funcionales los servicios
públicos, construir más campos deportivos y, por qué no, incrementar la
inversión en temas culturales, como las Fiestas
del Pitic
.

No es correcto ni decoroso facilitarle las decisiones a
quienes gobiernan y hasta aportar argumentos para justificar futuros fracasos.

Un reclamo legítimo y razonado, buscará siempre sumar a
lo integral y nunca cercenar programas de probada utilidad.    

Yo sí quiero Fiestas
del Pitic
, porque quiero a Hermosillo.

Master Dagnino, opositor de la “oposición

A todo esto, no deja de llamarnos la atención la constante
actividad en redes del ex diputado panista Javier Dagnino Escoboza.

El
Master
, como se le conoce a este polémico personaje padrecista, está convertido en una
especie de opositor de la oposición ¡de su propio partido!

En el tema de las Fiestas
del Pitic
, por cierto, ironizó por la “oposición
responsable
” que aplica el PAN Hermosillo en todo asunto público que
intenta bordear para no comprometer una posición sensata y contundente.

También creemos que la selectiva “responsabilidad” con la que actúa el sistema PAN es la fachada para
ocultar ciertas perversiones y limitaciones políticas.

Abelandia, ¿a quién le importa?

Pero no hay un símbolo de la carencia de ideas con la que
la oposición busca escalar o recuperar espacios gubernamentales, que las
autopromovidas reuniones de políticos desfasados con pretexto del festejo de
algún cumpleaños.

Algo así como la resucitada Borregada del priista Ernesto Gándara o la obsoleta Abelandia del
cajemense Ricardo Bours.

¿A quién puede importarle cuántos y quiénes acuden al
rancho de Abel Murrieta a saludar a un personaje incapaz de generar algo por sí
mismo?

Y nos referimos a Ricardo Bours, que cómodo se compró la
candidatura de Movimiento Ciudadano para evitarse la fatiga de tener que
trabajar por ese proyecto y generar las simpatías a las que estaba obligado
como independiente.

No creemos que acudan muchos funcionarios estatales,
tampoco dirigentes del partido en el gobierno…

¿Será que veamos en Abelandia
a María Dolores del Río o al Charly
León? ¡A quién le importa!

Gracias y hasta la próxima con el favor   de Dios.

Rodrigo
Sotelo Mendívil

Director
General Masmedio

Correo: rodrigosotelo@masmedio.com                                                                                                                           

Twitter:
@masmedio

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