Pasó una vez por México un chico francés de 21 años, con ideas revolucionarías y políticas, que viajó con una mochila al hombro para explorar un país extraño y llegó hasta la frontera con Guatemala.
Treinta y seis años después, regresó Alain Orsoni (Córcega, 1957), siendo el presidente de un modesto club llamado Ajaccio, con el presupuesto más bajo de la Liga de Francia para contratar a un portero mexicano.
«Nosotros le dimos la oportunidad. A Memo Ochoa lo pretendía el Paris St Germain, Manchester United y Olimpiakos. De todos ellos, éramos los que menos posibilidades teníamos, pero tras el problema del clembuterol, lo abandonaron, por eso fichó por nosotros y me ha dicho que está agradecido por esa muestra de confianza.»
Orsoni, un consultor de permisos para video juegos en línea visitó México y charló con Excélsior.
«Tenía miedo porque Ochoa es una figura en México, fue portero de un gran club como el América y el Ajaccio sólo le ofrecía a cambio tranquilidad. Hoy lo miro contento», señaló.
No ha sido estéril su apuesta. «Mi equipo es el último de la liga, pero el fenómeno Ochoa es espectacular. Apenas la primera semana tuvimos 45 mil visitas en la página del club y la prensa se ha desdoblado en elogios para él. Cualquier mexicano que vaya verá cómo le reconocen a su compatriota por las increíbles atajadas. A mí, cada semana, me deja con la boca abierta», dijo.
Y revela Orsoni que en la fecha dos contra el Lyon, Lisandro López, el delantero argentino, comentó que Ochoa era un portero diferente; «lo firmé por tres años, pero si hay una oferta de un club grande se irá. Le di mi palabra, cuando se lo quise firmar en su contrato no quiso, dijo que no hacía falta, confía en nosotros y queremos lo mejor para él».
Antes de venir a México, Alain Orsoni cenó con su portero.
«Tenía dudas de su adaptación. Sé cómo es el DF y me preocupa que no esté bien porque otra cosa es lo que hace fuera del campo.»
En un restaurante con vista al Golfo de Ajaccio, después de pedir pescado, celebró la charla con el Memo. «Me dijo que era feliz, que su vida en México se resumía en ir al entrenamiento a su casa y viceversa, y en Francia ha encontrado la posibilidad de salir y conocer, andar por las calles y hasta ir al supermercado. Estamos contentos con él, es nuestro hombre; el mejor negocio».
Al ser jugador libre, el traspaso de Guillermo Ochoa fue muy barato y fue sólo cuestión de arreglarse en el sueldo. «Es mentira aquello de que una empresa de televisión intervino. Si pasan los partidos en México me da gusto, pero no recibimos ni un duro por eso, todo lo pagamos del club. Somos modestos, pero Ochoa es nuestro gran negocio. No tenemos 200 millones de euros como el Paris St Germain, así que lo que pagamos es apenas ajustado al presupuesto», dijo Orsoni. Hoy en día, con sus actuaciones, el valor de Ochoa asciende a seis millones de euros.
Memo Ochoa el mejor del Ajaccio dice presidente del equipo
